Los pequeños pueblos de costa suelen ser muy tranquilos pero… ¿TANTO? En las calles de aquel pueblo pesquero no se veía ni un alma. Por lo visto, el meteorito que nos había dado superpoderes no fue el único en alcanzar la Tierra. Otro similar había caído cerca de la costa, haciendo surgir una extraña isla de la nada. Pero si la isla era extraña, ¡qué decir de sus habitantes! Nos enfrentábamos al Capitán Pezpirata y a su terrible tripulación: peces gigantes del tamaño de un elefante que tenían aterrorizada a toda la población.
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